Artículo publicado por Sara Retuerto en La Nueva España el 18/10/22
El gobierno socialista de Avilés plantea una subida del 10,6% en la tasa del agua y del alcantarillado, lo que, en estos tiempos de crisis galopante, subida generalizada de precios y congelación salarial, representa un auténtico atraco en sus recibos para la ciudadanía y las pequeñas empresas avilesinas.
La propuesta supone, además, un despropósito ideológico impropio de un partido progresista. En España, las izquierdas legislan para levantar un escudo social que ayude a familias y pymes, limite los beneficios de las multinacionales energéticas y bancarias, aumente los impuestos a los ricos y frene subidas desproporcionadas en los bienes de primera necesidad como el agua.
En Avilés, el servicio de agua está privatizado y aunque, inexplicablemente, el contrato de concesión se haya redactado al dictado de los intereses de la multinacional francesa que lo gestiona, su articulado no puede ser utilizado para intentar despojar a la corporación de sus competencias por la puerta de atrás. Es al Pleno, compuesto por los representantes electos de la ciudadanía, a quien le compete cada año decidir qué hacer con el recibo del agua. Por eso la subida confiscatoria que el gobierno propone, se tiene que someter a votación hoy en la Comisión de Hacienda y el viernes en el Pleno.
La subida que el abducido gobierno socialista plantea, supone un incremento en la recaudación del agua superior a los 500.000€, que irían destinados a engordar, a costa de la ciudadanía, los beneficios del oligopolio del agua. Pero la propuesta tiene una debilidad, que el PSOE solo cuenta con 10 de los 25 concejales de la Corporación y necesita de más concejales cómplices. La llave para frenar el “tarifazo” del agua la tenemos la oposición; si la derecha avilesina no lo apoya, con su abstención, el precio del agua quedaría congelado en Avilés, tal y como, por otra parte, está ocurriendo en la mayoría de ciudades españolas.
Ese apoyo de la derecha a la subida del agua, en coherencia, nunca debería producirse por parte de unos partidos que son defensores recalcitrantes de la bajada de impuestos. Sin ir más lejos, el PP y Cs en Oviedo, donde gobiernan en coalición, han congelado la tarifa del agua y ambos partidos, en Gijón, el jueves, se unían a Podemos, Foro y Vox, para tumbar la propuesta que hacía el gobierno municipal de incrementar en un 5% los recibos. En Gijón, el PP incluso defiende una rebaja del agua del 7% para ayudar a unas familias gijonesas que, según ellos, estarían al límite.
Si el gobierno socialista puede negociar con Aquagest/Asturagua que el precio del agua no baje cuando el IPC es negativo, como ocurrió en 2020, o la entrega de dos millones de euros para compensar a la empresa por el descenso en los beneficios que le provocó la pandemia, como ocurrió en 2021, también debería poder negociar con la multinacional ahora para que ésta entienda la imperiosa necesidad de, en estos momentos difíciles, arrimar el hombro para darle un poco de oxígeno a sus sufridos clientes avilesinos.
No es el momento de incrementar los beneficios empresariales sino de proteger los intereses de las clases medias y trabajadoras de nuestra ciudad, muy especialmente de sus sectores más vulnerables; debemos trabajar para evitar que este invierno, en Avilés, haya gente que tenga que elegir entre comer, calentarse o abrir el grifo.
Desde Cambia Avilés vamos a votar en contra de la disparatada subida que propone el PSOE e invitamos al conjunto de los grupos de la oposición a dar un paso al frente para evitar que, en plena crisis, un bien de primera necesidad, como el agua, se convierta en una mercancía más con la que especular a costa de los avilesinos y avilesinas.